El marplatense Lucas Fernán Salvador fue admitido en varias universidades norteamericanas y del Reino Unido. Estudia Ciencias de la Computación y se destaca por sus desempeños internacionales en varias competencias.
Lucas Fernán Salvador tiene tan sólo 18 años y un currículum asombroso. Se convirtió en uno de los pocos argentinos en ingresar a Princeton, donde ya adelantó un año de su carrera universitaria. Ahora se prepara para ir a Irán, donde junto a una estudiante mendocina representará al país en el Mundial de Computación.
Su interés por la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM en inglés), lo llevó a comprometerse y adquirir las habilidades necesarias para resolver problemas durante la secundaria que concluyó el año pasado en el Colegio Santísima Trinidad. Con ese objetivo en mente, participó en varios concursos nacionales e internacionales en matemáticas, informática y física. Además, debido a su interés por la política y la economía, estuvo en Naciones Unidas modelo y debate. Actualmente, estudia Ciencias de la Computación en la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, Estados Unidos), donde pocos argentinos han llegado.
Para poder estudiar en los Estados Unidos o en el Reino Unido, es necesario pasar por un proceso de aplicación a cada una de las universidades a las que se desee ingresar. El proceso de aplicación no solo incluye los exámenes estandarizados (como el SAT), sino que piden una lista de actividades extracurriculares, ensayos personales, recomendaciones, entrevistas, etc. Esto es para poder tener una imagen global del aplicante.
“En mi caso, las universidades que me admitieron en Estados Unidos fueron Princeton (Nueva Jersey), Columbia (Nueva York), Cornell (Ithaca, Nueva York), Pennsylvania (Filadelfia), Georgia Tech (Atlanta) y la Universidad de California San Diego (UCSD). Por otra parte, Duke (North Carolina) y la Universidad de California Los Angeles (UCLA) me dejaron en lista de espera”, comentó Lucas a LA CAPITAL.
Mientras tanto, las del Reino Unido que lo admitieron fueron la Universidad de Oxford, Edimburgo y King’s College London. “Las entrevistas para la Universidad de Oxford fueron particularmente intimidantes ya que se realizaban (en mi caso por Skype), en frente de tres profesores de computación y matemática que evaluaban mi conocimiento en el área con preguntas bastante técnicas y elevadas”, dijo.
Selección
En general, un alumno aplica a varias universidades debido a que las tasas de admisión -en especial para las instituciones de mayor renombre- son increíblemente bajas (varias de alrededor del 5%). Aún más cuando se trata de internacionales, ya que solamente cerca de 1 de cada 10 de los alumnos admitidos son extranjeros. “Esto implica que muchas veces uno no tiene la admisión a estas universidades asegurada, por lo que estoy muy contento de que me hayan admitido tantas buenas”, comentó.
Si bien no tiene obligación de elegir su carrera hasta el final del primer año, el joven está casi decidido estudiar la carrera de Ciencias de la Computación.
Y como la Universidad de Princeton tiene un programa de posicionamiento avanzado que permite la graduación en 3 años o 3 años y medio en lugar de los 4 años habituales, gracias a su esfuerzo, logró “ganar tiempo”. “Para calificar es necesario juntar una cierta cantidad de créditos obtenidos según los resultados en distintas pruebas estandarizadas a nivel universitario”, relató el joven. Entonces comentó que en mayo rindió los exámenes que cubrían el contenido del primer año de introducción a la ingeniería. “Tuve que prepararlos por mi cuenta y sacar el puntaje máximo en cada uno. Por suerte, mi experiencia en distintas competencias en estas áreas me ayudó mucho a la hora de prepararme”, confesó. En este marco, actualmente está en condiciones de completar la carrera en 3 años.
Consultado sobre lo que siente al ser uno de los pocos argentinos que llega a esa universidad, Lucas dijo estar “bastante entusiasmado de poder continuar con mi formación en una institución de este nivel”. Entonces comentó que “llegar hasta este punto requirió de un esfuerzo importante durante estos años, por lo cual se siente bien verlo recompensado. De todas formas, este esfuerzo resultó más liviano siendo que disfruté las distintas competencias en las que participé y los programas de estudio que realicé”.
Además, el joven agradeció “a toda la gente que me ayudó a llegar hasta este punto. Mi familia es un apoyo constante asistiéndome presencialmente y emocionalmente. Son una gran parte de mi formación como persona y en valores, además de intelectualmente”. Por otra parte, resaltó “la labor del Colegio Santísima Trinidad, mi colegio durante los últimos dos años, ya que en todo momento me ayudaron a explorar mi potencial y a liberar el camino para llegar hasta este lugar”.
Aunque recién inicia el camino del estudio universitario, Lucas aseguró que “de ninguna forma planeo desconectar de mi país”, a la vez que destacó que “una de las ventajas de las carreras en Informática en general, es que la realización del trabajo es bastante flexible, habiendo posibilidades para trabajar a la distancia y en distintos lugares, en algo propio o en una compañía de software”.
A punto de irse a Irán, donde participará en la Olimpíada Internacional Informática (IOI por sus siglas en inglés), Lucas sabe que tiene un nuevo desafío por delante y, aunque es difícil volver con un premio cuando el nivel es alto, no pierde las esperanzas de traer un trofeo en representación del país.